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El futuro de los directores de cine de terror que vienen de los 70

El futuro de los directores de cine de terror que vienen de los 70

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George Romero, padre del terror moderno, aún sigue al pie del cañón.
A juicio de un servidor, la que podría considerarse la generación de directores de cine de terror de los 70 es aún a día de hoy bastante insuperable, siendo los que crearon y establecieron el terror moderno. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y, lamentablemente, nuestros admirados directores ya están muy mayores, lo que hace pensar que por desgracia estén en la recta final de su carrera o cerca de ésta. Así pues, con este artículo planteo algo que algunos pensareis que es bastante absurdo pues todo es especulación, y es que en este texto pretendo reflexionar sobre lo que podrían ser algunas de las últimas películas de estos directores y que, como suele ser habitual, cuando un director es consciente de que no le queda mucho para retirarse, retoma sus temas más característicos y resume las constantes de su carrera, algo que con el mayor éxito del género tras la crisis en los 90 están pudiendo llevar a cabo bastantes “viejos directores”. La selección de directores puede ser más o menos discutible, pero está claro que todos tienen una gran importancia en el género y que han sido fieles a éste, por lo que he omitido a importantes directores de los 70 como Pete Walker, el Herschell Gordon Lewis inglés que sí fue fiel al género pero que se retiró pronto, el canadiense fallecido en accidente de tráfico (en 2007) Bob Clark que en los 80 se pasó a la comedia o el australiano Peter Weir que en los 70 dejó algunos clásicos del cine de terror como Picnic en Hanging Rock (1975).


Los maestros del terror moderno

George Romero
Para muchos es oficialmente el padre del terror moderno con La noche de los muertos vivientes (1968), huelga decir que es el maestro del cine de zombies, aunque esto ha eclipsado el resto de su infravalorada carrera, y es que Romero es un gran autor del género con un sello muy personal, algo necesario entre tantos directores que no van más allá de determinadas fórmulas, y es que además Romero se ha mantenido firme en sus convicciones, no emprendiendo un proyecto si no cree en él, por eso en los 90 únicamente hizo un film. Esta triste situación se acabó con la llegada de la nueva década, en la que volvió a ponerse de moda un cine de terror que tiene en Romero precisamente una de sus grandes influencias. Primero, regresó tímidamente con Bruiser (2000), que recuerda a esa parte de su cine muy representativa de su obra pero que no alcanzó mucho éxito, con películas como Martin (1977), después volvería por sus fueros con La tierra de los muertos vivientes (2005), que aunque no del agrado de muchos aficionados, un servidor la considera una más que notable película que madura el discurso de sus films de zombies, volvería a renovar el género que él mismo creó con El diario de los muertos (2007) que a la vez es un fenomenal autohomenaje e incluso con algo de inteligente parodia. Romero ha podido condensar en estos tres films la esencia de su cine, pero esperemos que aún realice bastantes películas y es que pese a su edad se le ve con ganas, yo personalmente espero con mucho interés cada película suya.

Dario Argento
El director italiano posee una formidable carrera, sentando una enorme influencia con sus películas de los 70, siendo el maestro del giallo. Ha sabido mantenerse durante los 90, dura década en la que sin embargo intentó frustradamente alcanzar el éxito el EEUU, y aunque no se puede hablar de un alejamiento de su estilo, pues su obra está unificada como si fueran piezas de un rompecabezas, sí puede decirse que en los últimos tiempos, y no tanto por la nueva moda del cine de terror, ha vuelto a sus raíces, así pues Insomnio (2001) recuerda mucho a su trilogía zoófila iniciada con El pájaro de las plumas de cristal (1970), un film sensacional que no ha tenido la repercusión que debiera (en España sólo ha salido en una cutre edición en DVD). La falta de presupuesto ha marcado, realmente como a prácticamente todos los directores de terror, su carrera, por ello no pudo completar en su momento su trilogía sobre las tres madres iniciada con Suspiria (1976), considerada por la mayoría de aficionados al cine de terror como su mejor película y sin duda su sublimación formal, pero en 2007 realizó la tercera parte. El hecho de que Argento haya retomado tanto su giallo más clásico como el terror sobrenatural hace pensar que no vaya a realizar muchas más películas, sólo cabe esperar que su extraordinaria carrera se prolongue lo máximo posible.

Tobe Hooper
Sí, es el director de La matanza de Texas (1974), película realmente insuperable hasta para el mismo Hooper, lo que en cierta manera le ha supuesto una losa, casi tildado por algunos como “director de una sola película buena”. En realidad, la filmografía de Hooper que abarca desde 1974 hasta mediados de los 80 es espléndida, la cual le confirma como uno de los mejores directores del género, creador de un universo inquietante y extraño y de cuya obra se influyeron muchos directores en los 80, pero el caso de Hooper es realmente llamativo, pues si bien en los 90 la mayoría de directores especializados en el cine de terror se fueron al garete, era de esperar que alguien como Hooper pudiese mantenerse mejor, pero es que esto viene de antes, desde mediados de los 80 sus films no respondían en taquilla y este rumbo continuó en los 90, pero es que además en esta década su nivel cayó considerablemente y se recluyó en trabajos para televisión y telefilms. Por fortuna, la nueva década recuperó a Tobe Hooper en mejores films, con Toolbox Murders (2003), infravalorado film que sin embargo es uno de los mejores slashers de los últimos tiempos, impregnado por la atmósfera enrarecida y la crudeza del mejor Tobe Hooper, y es que no sólo es una película que podría estar dignamente encuadrada en su mejor época (entre 1974 y 1985) sino que además recuerda a sus primeros films, a la misma La matanza de Texas (1974). También incomprendida fue Mortuary (2005), una personal película de zombies en la que el problema que yo le encuentro es su falta de dureza, algo que Hooper ha sabido resolver muchas veces sin necesidad de mostrar mucha sangre, pero en este caso hubiera ayudado, no obstante si aceptamos su propuesta de terror “accesible” nos encontraremos con una notable obra. Aunque sé que muchos no comparten mi opinión, creo que Hooper, aún sin estar a la altura de su mejor época, nos está dejando interesantes films que serían una digna recopilación de su carrera cinematográfica, pero esperemos que aún le quede cuerda.

Wes Craven
Su Pesadilla en Elm Street (1984) le convirtió en uno de los directores del género más populares de los 80, realizando unos films de terror crudos y efectistas. Algo controvertido por la irregularidad de su carrera, capaz de realizar una obra maestra como la película de Freddy Krueger y al año siguiente un film mediocre, no cabe duda de la importancia de su carrera cinematográfica en el terror moderno, y es que es uno de los directores cuya influencia en el cine de los 80 más películas ha generado, especialmente de terror adolescente. Con la llegada de los 90 Craven incorporó mayores elementos de comedia y suspense, lo que mejor ejemplifica esto son Scream (1996) y sus secuelas, precisamente con esta película Craven consiguió reavivar la industria del cine de terror y recuperarlo para el gran público. Aunque los films de Ghostface son muy representativos de la obra de Wes Craven sí cabe señalar la ‘moderación’ que sufren respecto a sus películas anteriores, menos violentos y sin nada especialmente políticamente incorrecto, y es que se echa de menos una película que recupere el tono de films como Las colinas tienen ojos (1977) y Pesadilla en Elm Street (1984), más aún cuando el terror más brutal vuelve a gustar al gran público, veremos con qué regresa Craven, porque desde hace tiempo se centra mucho (¿demasiado?) en producciones (con las que, no obstante, da una importante oportunidad a nuevos realizadores) y a saber cuántas películas más de terror va a hacer, pues aunque siempre ha sido muy fiel al género, incluso en las épocas de “vacas flacas”, quiere probar también otras cosas, lo que por otra parte encuentro de lo más normal. No obstante, su próximo proyecto, 25/8, es una película del género y no se sabe mucho de ella pero parece que puede que retome la línea de Pesadilla en Elm Street (1984).

John Carpenter
Aunque dijo que a principios de los 90 pensó en retirarse, por fortuna John Carpenter ha seguido bastante tiempo realizando cine. El cáncer de piel que padece junto a su edad por desgracia pueden dificultar que realice muchas más películas, consciente de ello hace tiempo que realizó films que resumían la esencia de su cine, con películas como 2013: Rescate en L.A. (1996) y Fantasmas de Marte (2001) que no obstante representan la parte de acción y ciencia ficción de su carrera, lo que algunos echamos de menos es un regreso al terror puro y duro, personalmente a mí me gustaría que retomara una trama de grupo de personas escondidas ante una amenaza, ya sea una amenaza exterior como en La niebla (1980) o interior como en La cosa (1982). Su próxima película será L.A. Gothic, que ya veremos si coincide con algunos de mis deseos expresados, pero en todo caso cualquier cosa que venga de este director es digna de esperarse con el máximo interés y más cuando desde Fantasmas de Marte (2001) no había vuelto a realizar una película para cine.

Joe Dante
Admito que hago trampa al incluir junto a los anteriores directores a Joe Dante, pues no está especializado en el cine de terror (o no en el sentido de que sea el género que más haya realizado), su carrera empieza a finales de los 70 pero tiene trascendencia especialmente en los 80 y no llega al nivel de los directores comentados, pero creo que es interesante destacarle pues representa una cara importante del terror moderno, aquella más autoconsciente que sabe que está todo inventado, es decir, si los anteriores directores son de los más influyentes en el terror moderno, Dante por el contrario no inventa nada sino que homenajea el género, excepción hecha con Aullidos (1980) que sí fue una importante aportación al cine de terror, pues fue el film que modernizó el cine de hombres lobo. Sin embargo, tras esta película se dedicó a llevar a la comedia otros ámbitos del cine de género y fantástico, con una cierta “infantilización” al impregnarse más del estilo de Steven Spielberg, un ejemplo de esto último es Gremlins (1984), su película más representativa con la que no obstante seguía aún encuadrado en la comedia de terror. Pero ya sabemos cómo fueron los 90 por lo que desde hace tiempo Dante se ha alejado del cine de terror, estuvo cerca de haber dirigido la nueva versión de La momia (finalmente realizada por Stephen Sommers) lo que sin duda hubiera supuesto un regreso al estilo de Aullidos (1980). De momento, Dante ha regresado al género de terror con sus aportaciones para Masters of horror, con las que se ha sentido más satisfecho que con el cine que viene haciendo desde los 90.

Otros directores
Hay otros directores casi tan importantes como los anteriores de los que hablaré más resumidamente y en este otro apartado por no estar tan especializados en el género como los ya comentados, el primero que hay que destacar sin duda es Roman Polanski, especialista en thrillers asfixiantes y el maestro del terror psicológico con sus películas de los 60, con La semilla del diablo (1968) como una de las películas fundadoras del terror moderno, aunque tras este film Polanski se alejaría del cine de terror y ampliaría su registro en diversos géneros más allá de sus thrillers. La novena puerta (1999) supuso su regreso al cine de terror y de hecho al estilo de La semilla del diablo (1968), quién sabe si ésta será su última obra de terror. ConWilliam Friedkin, director de thrillers, lo que pasa es que tiene la pesada losa de dos de sus primeras películas, el thriller de gángsters The French Connection (1971) y el terror satánico de El exorcista (1973), cada una en la cima de sus respectivos géneros, por ello pese a haber realizado una carrera más que correcta ésta es a veces criticada mediante las comparaciones con los films mencionados. Friedkin regresó al terror psicológico con Bug (2006) de la que hay buenas referencias. John Hough sin embargo intentó evitar lo que le pasó a Friedkin, por lo que tras La leyenda de la mansión del infierno (1973), reconocida por él mismo como su obra maestra que difícilmente podría superar, amplió su estilo probando con más géneros y en los 90 no hizo nada de terror, género que recuperaría con el film menor Mal Karma (2002), por lo que queda ver si vuelve a hacer una película de terror destacable. El también inglés Ken Russell, realizador interesado por temáticas como la música y el sexo y de ciertas maneras surrealistas y extravagantes, de vez en cuando hace alguna película de terror, la mayoría de época y por tanto enclavadas en el terror gótico, tal como Los demonios (1971), no es de época The Fall of the Louse of Usher (2002) pero sí de reminiscencias góticas, un homenaje a La caída de la Casa Usher de Edgar Allan Poe (quizá por todo esto no sea catalogable en el terror moderno y por tanto no debiera haber sido mencionado). Larry Cohen, director de thrillers que no obstante alcanzó su mayor notoriedad en el cine de terror, especialmente con las influidas por las monster movies de los 50, con ¡Estoy vivo! (1974) como su gran clásico, pero desde mediados de los 90 apenas dirige, encontrando más éxito como guionista, cabe preguntarse si volverá a realizar una película de terror. Otro director de thrillers, Brian De Palma, realizó importantes películas de terror en los 70, destacando Carrie (1976), pero son más característicos de su estilo en el género de terror sus films de psicópatas, En nombre de Caín (1992) fue su retorno a esta temática, película con la que aglutinaba algunos de los elementos que incluyó en este tipo de films, así que una vez que De Palma se ha autoreferenciado con esta película es de imaginar que no retomará este estilo o al menos en un tiempo, veremos si vuelve a realizar una película de terror de otro tipo. Pupi Avati realizó algunas de las películas de terror moderno más importantes de Italia, mediante unas formas que le acercan al cine de arte y ensayo y con una personal atmósfera enigmática, su carrera evolucionó hacia un cine temáticamente más personal, generalmente mediante dramas en los que expone su visión pesimista. Pues bien, vuelve con su singular cine de terror con Il Nascondiglio (2007), veremos si como sus demás películas nos quedamos sin verla en España. Me he dejado para el final al canadiense David Cronenberg, que en lugar de alternar géneros como hacen la mayoría de directores evoluciona según etapas, y el cine de terror es lo que define su primera etapa, en la que la temática común era la enfermedad y el deterioro físico, en los 90 deja a un lado el terror y trata el deterioro mental o la pérdida de la identidad, desde entonces se centra más en el drama y el thriller, si bien no faltan referencias al cine fantástico, retomaría su “Nueva Carne” de los 80 con eXistenZ (1999), puede ser simplista llamarlo “autohomenaje” pero sí es verdad que vuelve al estilo que le hizo popular entre los aficionados al cine de terror, yendo más allá en su discurso con esta película de ciencia ficción. Últimamente ha realizado unos films que podríamos encuadrar en una nueva etapa, más “accesibles” por lo que, sorpresas de la vida, Cronenberg ha llegado a tener “taquillazos”. En un director como Cronenberg es difícil decir esto de que pueda volver a sus raíces –aunque pueda decirse que lo hiciera con eXistenZ (1999)- pues realmente el género en sí no es lo que define su cine sino sus temáticas que siempre están presentes.

Los directores españoles
¿Qué hay de los “viejos directores” españoles? Aparte de los nombres conocidos por todos los aficionados al género, ninguno ha logrado mantenerse, así que no hay mucho que decir. Jess Franco sigue admirablemente en sus trece, sin dejar de hacer cine, Paul Naschy (su nombre real, Jacinto Molina, como director) lleva tiempo sin dirigir, si bien en los últimos tiempos ha recuperado su labor de actor de cine de terror. Quizá no tenga la intención de volver a dirigir y por ello delegara en su hijo Christian Molina la dirección de Rojo sangre (2004), un film muy personal.Chicho Ibáñez Serrador, que pudo haber sido el maestro del terror patrio pero se desaprovechó en el medio televisivo, recuperó su cine con su Película para no dormir, serie de films en principio para estrenos televisivos que homenajean a sus Historias para no dormir, su película llamada La culpa retoma la atmósfera inquietante, el estilo hitchcockniano y la morbosidad de La residencia (1969), aunque lejos del acierto de ésta, parece que con esta película cerrará su carrera en el género de terror. De otros realizadores de la época como José Ramón Larraz, Leon Klimovsky, Eugenio Martín y Jorge Grau no parece que se pueda esperar nada. Tampoco está de más recordar a los fallecidos Amando de Ossorio, Eloy de la Iglesia y Carlos Aured, que cerraron su filmografía de terror en los 80. Algunos de los directores mencionados realizaban más terror clásico que moderno, pero teniendo en cuenta la escasez de directores del género en España por entonces los he nombrado a todos.

En estos tiempos donde las industrias del género en algunos de los países de los directores mencionados están en crisis o lejos de sus épocas de esplendor (casos de Inglaterra e Italia) y que en EEUU están al borde de la demencia con los remakes y demás pérdidas de tiempo, los “viejos directores” no lo han tenido demasiado fácil para realizar films del género, si bien más que en los 90 por lo que por fortuna hemos visto la recuperación de algunos directores, aunque no parece haber mucho hueco para ellos con el actual terror posmoderno, pero personalmente intento no soltar la pataleta pues igual de disgustados estarían en los 70 los aficionados al terror clásico de la Hammer y demás que vieron cómo entraba en crisis con la llegada del terror moderno, pero, sin querer caer en el cualquier tiempo pasado fue mejor, sí creo que la etapa de los 70-80 es de una mayor categoría que la actual, y que conste que me gusta el cine de terror que se hace ahora y creo que puede haber un relevo interesante, pero lo que más le gusta a un servidor son esas décadas gloriosas que parecen quedar atrás. Aunque no tanto, pues estos tiempos son, en buena parte, de “revival”, de hecho muchos de los jóvenes directores de terror están influidos por el terror ochentero. No obstante, al margen de los nuevos realizadores más interesantes, no conecto del todo con el terror posmoderno (o según cómo me pille, la verdad), aunque reitero que disfruto el actual cine de terror, realmente recuperado tras los penosos 90. Por desgracia, la historia nos enseña que la industria es despiadada, y quizá hoy día lo sea más, por lo que es lamentable ver como muchos de los directores de siempre tienen dificultades para sacar adelante sus proyectos mientras que Hollywood se dedica a adaptaciones, secuelas y remakes en manos de artesanos. Queda el consuelo de que el espíritu del terror de los 70-80 sigue presente, no soy tan pesimista, veo bien el futuro del género, de momento disfrutemos además de con las obras de nuevos realizadores con lo que puedan seguir ofreciéndonos los directores de siempre.
- Paco Antequera.
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