Maniac

Maniac

Un remake de la ya mítica Maniac (William Lustig, 1980) protagonizada por un eterno jovencito (tuve a Elijah Wood justo a mi lado, y os aseguro que a pesar de estar en la treintena sigue pareciendo un crío) que hasta hace un par de días se calzaba los pies de Frodo… sinceramente, hizo que emergieran todos esos prejuicios de los que en tantas ocasiones me habéis acusado. Pero… ¿para qué coño están los prejuicios sino para cagarse en ellos cuando sea necesario? Todos mis recelos se fueron al traste cuando disfruté, en el pasado Festival de Sitges, de un remake brutal cuyo mejor alago es situarlo, como mínimo, al nivel de su homónimo original. Un peliculón.

Nivel de expectación: Si la estrenan (dudoso) tenéis que verla.